Misak me dicta

En lineas generales suele suceder a cualquier edad durante la vida de un individuo más si se es mujer.
En otros casos entre los viente y treinta años existen ideales muy altruistas, muy éticos y muy especiales.
La familia es en el caso de una mujer de esa edad lo más importante y saludable o adorable que se pueda tener.
Llegan en esa etapa casi siempre los hijos, ellos, que desvelan y hacen de una persona lo mejor de ella.
Por ellos y para ellos vivimos, desvelados, extasiados.excitados.
Cada movimiento nuevo es como ir aprendiendo a jugar la mejor o peor partida de ajedrez de nuestras vidas
Y con ellos vamos siendo peones a la hora del trabajo; alfiles a la hora de observarlos.
Caballos cuando quieren que juguemos sin parar.. y lo hacemos como sale, como podemos.
Las torres son nuestros brazos para sostenerlos en sus pequeños pasos o caídas, llantos o risas.
Los reyes llegan una vez al año, hasta muy corta edad, y las reinas somos las mamás igual, dura poco.
La vida es de verdad maravillosa y se presenta bella en esos días , esas etapas.
Primero pasamos por aquella zona adolescente donde proyectamos todo esto, la mayoría de nosotros
ha pasado por algo así seguro.

Y también hemos sido muy pero muy felices en esos días que duran algunos años (pocos)...
Y muy eficaces para algunos o muy letales para otros dependiendo del mérito que ese trabajo nos dio
sus frutos en grado sumo maduro.Digo eficaz cuando esa familia permanece unida.
Y letal cuando no es así y los buenos pasamos a ser los malos y viceversa, y los jueces son ellos.
Si, justo la causa de la mayor felicidad que hemos tenido en toda nuestra vida, y digo todo esto con la seguridad
para nada prosaica ni obsoleta , nada , nada se asemeja esos días_años de felicidad.
El problema se presenta cuando no tuvimos otra mirada no otros ojos que no sean hacia ellos.
Trabajamos a destajo (palabra en desuso)... todos los minutos de cada año junto a ellos sin ver que era
sin goce de sueldo y sin prepararnos para el jubileo que significa ver volar a nuestros pichones tan valiosos.
Tan ricos que hemos sido, debemos saber capitalizar eso para las futuras generaciones, sin mirar hacia atrás.
Y siendo coherente con el tiempo, recordando que hemos hecho exactamente lo mismo cuando salimos del primer nido
Y hoy nada queda para reprochar, solo el recuerdo de amor más profundo y bueno puede salvarnos!!!