Rosa amarilla.Algo muy amado, y sin espinas
Voy a matar a la mujer que fuí.
Lo juro;lo prometo; hasta pienso en ella con pena.
El mundo entero está en peligro nuclear;dicen en la tele.
Y yo jugando al quijote aca, contandóte cosas harchi sabidas.
Tan crédula, tan tonta, tan bohemia...
Que ha creído en el amor del projimo.
Quién te mando a pensar en la hermandad?
Absurda, tonta, la cofradía está acabada.
Los hidalgos caballeros se han ido.
Nada queda de todo aquello que soñaste un dia.
Ya está, la maté es para mejor...
Y rescataré lo genuino, único y verdadero.
Sus palabras hilvanadas pero propias.
Todas esas hilaridades tuyas me las llevo yo.
Amo lo que hago, hice y haré...
El amor por tus cosas, tus heridas me duelen a mi.
Amo a mi gente, mis carencias, mis necesidades urgentes.
Mi pasión no la he de matar aún, falta un rato, un tiempo corto.
Ya murió se fué contenta, sus últimas palabras fuéron:
Pobres gentes, pobre mi pueblo, pero me libero de culpas y me voy.
Solo volveré a darles mis temas sinceros.
Y yo escuchaba con añoranzas tus palabras!
Se que es un sincericidio;¡Raro suena!.
No lloraré, ya había llorado lo suficiente.
Tanto en la vida, que por eso no dudaré.
Ya no siento duda alguna porque veo en vos esa hermosa sonrisa de aceptación.
Tampoco soñaré con imposibles, mis hermanos, nunca se pondrán de acuerdo.
¡Es lógico!¡Cada uno es como es!
Mi sueño eres tú, "La soledad del Diablo".
Volvió, me hablo de ti, y también te amo en silencio.
Adiós, me voy, volveré renovada y sin cansancios ajenos.


No hay comentarios:
Publicar un comentario